Miradas para un mundo en cambio

La Nube es un discurso crítico sobre la ontología, sobre la relación del hombre consigo mismo y con los demás por medio de una "mise en scene” de mecanismos que estimulan la percepción. Todo es relativo en La Nube, excepto la conciencia de ser del espectador-actor.
La crítica sobre la razón sensorial desemboca de este modo en una apertura poética tanto más ilimitada y flexible cuanto que no se siente como un fenómeno de cultura sino como una motivación existencial.”


“La relativización generalizada del sistema expresivo, el espacio sin gravedad, la ruptura de la perspectiva producida por el reflejo del espejo individual, el desequilibrio sensorial y sus consecuencias sobre la conducta y la sensibilidad del público que participa, desembocan en la apertura de un nuevo estilo.”

...................................................................................Pierre Restany, 1988



Miradas para un mundo en cambio

Desde la ciencia contemporánea el tiempo y el espacio no son separables, como no son separables los seres humanos de la naturaleza ni las partes del todo. Sin protesta, sin dogma y casi sin memoria, propongo una experiencia de atemporalidad dinámica, una vuelta al origen y al principio de unidad fuera de la concepción cartesiana del espacio-tiempo. De este modo busco transponer 500 años de dualidad y fragmentación que han atomizado al ser humano y al planeta.
Los Espacios Núbicos no son objetos de arte ni instalaciones, tampoco espectáculos ni exposiciones, son caminos intangibles y mágicos donde el público participante amplía su caudal creativo desde la estructura dimensional que percibe su propio cuerpo. La verdadera obra es su vivencia como co-creador sintiente.
Transitando estos espacios de dimensiones desconocidas, el participante abre puertas a la esencia del si mismo, donde no existen conceptos, tendencia, ni valores… ni siquiera existe el hoy. Dentro de estos territorios uterinos el ser se vincula al origen en una instancia anterior a las construcciones propias del sistema occidental y hegemónico de percibir el mundo.
Para que esto ocurra, desarmo la mirada monofocal, aquella cuya perspectiva aplastó y sigue aplastando al mundo para reducirlo a un simple plano, objeto de consumo y manipulación. En su reemplazo creo ecuaciones polisensoriales de estimulo y percepción que amalgaman conceptos de onda + velocidad + atemporalidad + espacio + sentidos + corazón, instancias iniciáticas que, en profunda comunicación con uno mismo, relacionan con la matriz del ADN.
Cientos de metros cuadrados de telas desplegadas + un espejo manual que transforma la gravedad en ingravidez, a la par que libera la mirada, son los catalizadores de la propuesta. La virtualidad que provoca el espejo traspone los límites ordenadores de la mente para acceder a experiencias exploratorias que aúnan ciencia y espiritualidad en nuevos lenguajes pluridimensionales.
Un arte sin mercado, aplausos ni popes, una síntesis sensible que propicia consciencia y libertad.